Una Epistemología del Sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación social
Santos, a través de su obra ‘’Epistemología
del Sur’’, cuestiona como el conocimiento se ha edificado sobre pilares
occidentales y ha dejado de lado otros saberes o formas de vida que surgen de
procesos únicos históricos de cada comunidad. En este contexto, el siguiente análisis
se centra en como los mitos de la ciencia moderna han resultado en consecuencias
a nivel global, así como también, las alternativas que propone el autor para
resistir, reconstruir y revalorar el conocimiento plural y contextual.
La ciencia moderna se sustenta en un único
sistema de conocimiento impuesto globalmente a través de la represión neocolonialista
y que según Santos se construyó sobre tres mitos dañinos. El primero es la
neutralidad, que realmente es una ilusión, pues ninguna investigación o
conocimiento se desarrolla libre de intereses políticos, económicos o
culturales, en general, fuera del poder. El siguiente es la universalidad, la
cual asume que todas las verdades descubiertas son válidas en cualquier
contexto, sin tomar en cuenta que la verdad, en realidad, es situada y se produce
a partir de una experiencia particular en espacio y tiempo. Por último, la
superioridad, que, desde la ilustración, la ciencia despreció a cualquier práctica
no científica, que sirvió para deslegitimizar conocimientos de muchas minorías
Tal circunstancia, desató actualmente, lo
que Santos denomina ‘’monocultura del saber’’, un legado colonial que ha perpetuado
jerarquías epistémicas, logrando que saberes no eurocéntricos sean considerados
primitivos o precientíficos. Un ejemplo claro de dicha situación son los
saberes indígenas o africanos, señalados como ‘’creencias’’ y los occidentales como
‘’objetivos/neutrales’’
Como resultado de esta situación surge algo
conocido como epistemicidio, que el autor describe como una eliminación sistemática
de conocimientos, saberes y formas que no se ajustan al modelo dominante occidental,
así como el genocidio destruye comunidades, el epistemicidio destruye culturas.
Las repercusiones de dicha práctica resultan en consecuencias culturales, como
la pérdida de identidad colectiva, la destrucción de la memoria histórica y la
colonización del pensamiento; políticas, el debilitamiento de luchas sociales o
la reproducción del colonialismo; educativas, la falta de creatividad
epistémica; y económicas, la dependencia tecnológica/científica para validar los
saberes, el monopolio del conocimiento tradicional o la reducción de la
diversidad económica
Pese a la situación crítica que atraviesan los
pueblos tradicionales, Santos propone dos herramientas metodológicas para
combatir a este epistemicidio. La primera es la sociología de las ausencias, la
cual busca identificar saberes y prácticas invisibilizadas por el canon occidental,
como ejemplo de esto, está el concepto de comercialización informal, que en
realidad oculta una práctica anticapitalista realizada por gente pobre. La
segunda es la sociología de las emergencias, la cual pretende identificar
prácticas que construyan nuevas formas de vida, diferente y mejores. Juntas intentan
demostrar que el futuro de muchas comunidades no tiene por qué estar determinado
por actividades capitalistas
Asimismo, para enfrentar esta monocultura,
Santos propone una ‘’ecología de saberes’’, lo cual implica que distintas
formas de conocimiento coexistan de manera horizontal y reconozcan su
interdependencia práctica, con la condición de que todas demuestren ser útiles y
brinden contribuciones críticas. Algunos casos concretos de la aplicación de esta
práctica son: En Ecuador, donde se incorporó el Sumak Kawsay (Buen vivir) en la
Constitución, la consideración de la agroecología campesina sobre la industrial
para preservar la biodiversidad, la implementación en la formación profesional
de cátedras basadas en la ciencia y la ancestralidad
Con todo, muchos críticos argumentan que
este pluralismo epistémico planteado por el autor, debilita proyectos
universales de emancipación que realmente pueden estar promoviendo la vida pero
que, por estas ideas de reconocimiento de saberes ancestrales, terminen siendo despreciados.
A esto Santos responde y reitera que cualquier conocimiento es válido si se
construye desde las luchas locales y consigue consensos de temas controvertidos
dentro de una comunidad
En conclusión, la crítica de Santos hacia
la ciencia moderna no trata de rechazar el conocimiento científico, sino
descolonizarlo, que esté dispuesto a coexistir con otras formas de saber que al
final del día puedan resultar en consecuencias positivas dentro de un grupo. El
epistemicidio, ha producido efectos devastadores a nivel cultural, económico,
educativo y político, que Santos propone enfrentar mediante las sociologías y
la ecología de los saberes, que juntos plantean un nuevo mundo en el que múltiples
conocimientos convivan y fomenten una vida más sustentable, diversa, justa.
Referencias
Santos, B. (2009). Una
epistemología del sur: La reinvención del conocimiento y la emancipación
social. CLACSO.